Depredadores del León Marino

El león marino es un animal semiacuático carnívoro que depreda a decenas de organismos marinos como peces, crustáceos, cefalópodos, entre otros grupos taxonómicos, pero, como parte de la cadena alimenticia, este pinnípedo también forma parte del alimento de grandes peces y mamíferos marinos que abundan en su ecosistema.

Adultos y jóvenes son vulnerables a los ataques enemigos, pero estos últimos son frecuentemente atrapados debido a su falta de experiencia y familiaridad con su entorno.

Cazadores marinos

Uno de los animales más conocidos por todos nosotros son los tiburones, esos temibles peces que se caracterizan por sus enormes y filosas mandíbulas y su gran capacidad para detectar la sangre a largas distancias. Pues no solo los seres humanos deben tomar precauciones para evitarlos, sino todo aquel que pueda convertirse en bocado. Gran cantidad de leones marinos han sido encontrados con profundas heridas, cicatrices y mordeduras mortales provocadas por dichos peces cartilaginosos.

Los leones marinos no pueden ganarle a un tiburón en cuanto a fuerza, pero sí pueden derrotarlos de manera técnica.

Los leones marinos no pueden ganarle a un tiburón en cuanto a fuerza, pero sí pueden derrotarlos de manera técnica. Si los pinnípedos nadan en círculos o de manera que el gran cuerpo de los depredadores les impida moverse para atraparlos, el desgaste de energía puede hacerlos desistir. Claro está que todo depende de que tampoco el león marino se agote o falle en sus movimientos. Los tiburones blancos, tiburones azules y tiburones martillos, son los principales captores de lobos marinos.

Pasando a otro gran depredador, las orcas son mamíferos marinos con excelentes y efectivas técnicas de caza que muy pocas veces hacen que pierdan a su presa. Su habilidad les permite cazar a los otarinos tanto en aguas profundas como a pocos metros de la orilla. Llegan sorpresivamente por debajo del agua y son detectadas demasiado tarde, o sea, cuando se encuentran a una corta distancia de las colonias de leones marinos refrescándose en el mar.

Machos adultos de Steller han sido observados matando a crías de leones marinos de California. Este comportamiento no es característico de todos las especies; se sabe que los miembros masculinos del Eumetopias jubatus son altamente territoriales y más agresivos que el resto de sus parientes cercanos.

Las focas leopardo (Hydrurga leptonyx) rara vez suelen atrapar crías de león marino sudamericano y de Nueva Zelanda.

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Cazadores terrestres

Aunque parezca increíble, la depredación no solo llega por mar, sino también por tierra. Investigadores han encontrado en cuevas de pumas (Puma concolor) restos de lobos marinos sudamericanos (Otaria flavescens) que posiblemente capturaron en alguna parte de la costa mientras descansaban o dormían.

Se sabe que coyotes, perros asilvestrados y hasta águilas calvas han incluido en su dieta a leones marinos de California (Zalophus californianus), especialmente a jóvenes.

Cazadores silenciosos

Las enfermedades y los parásitos están a la orden del día en cualquier especie de león marino. Trastornos gástricos e infecciones bacterianas son frecuentes en los climas más cálidos.

La leptospirosis o ictericia de Weil, es una enfermedad febril producida por una bacteria que puede llegar a ser mortal por afectar a los riñones, causando insuficiencia renal. La leptospirosis afecta a un gran número de animales, incluidos los humanos.

Parásitos internos pueden reducir la calidad de vida de los portadores o llevándolos a la muerte a edades tempranas.

Parafilaroides decorus es un gusano pulmonar muy frecuente en lobos marinos, especialmente en los residentes de California. Otros tipos de parásitos internos llegan a atacar el hígado, corazón y sistema respiratorio, reduciendo la calidad de vida de los portadores o llevándolos a la muerte a edades tempranas.

Parásitos externos incluyen a las garrapatas, piojos y ácaros, que muchas veces ocasionan infecciones cutáneas que llegan a infectarse de gravedad.

Las mareas rojas producen ácido domoico, una neurotoxina creada por la misma naturaleza a través de las algas, la cual genera problemas neurológicos en los leones marinos después de consumir alimentos infectados como sardinas, anchoas y varios tipos de mariscos.

El peor depredador

No hace falta pensar mucho para adivinar cuál es el depredador que ocasiona los mayores problemas para la supervivencia y el desarrollo de todas las especies de leones marinos. Por supuesto que hablamos de nuestra propia raza.

La contaminación hídrica, los desechos de actividades pesqueras que ocasionan enredos e ingestas accidentales, y la pesca industrial que acaba con sus fuentes de alimento, son entre muchos otros, problemas serios que ponen en peligro la integridad de los leones marinos, a pesar de estar protegidos por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos desde hace más de 40 años.

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