Mucho se ha profundizado en el estudio de los pinnípedos en general, haciendo un especial énfasis en los leones marinos, criaturas con características muy particulares y distintivas ante sus parientes cercanos, pero que al mismo tiempo reúnen ciertas variaciones entre las especies que los conforman.
Vancouver Aquarium es una importante asociación sin fines de lucro que se dedica a la conservación, educación e investigación de la vida acuática, así como a la creación y planeación de acciones directas en beneficio de dicho ecosistema.
Según cifras publicadas en su portal web, más del 85 % de leones marinos de la especie Steller han desaparecido por razones desconocidas, lo que representa un descenso de 300,000 a menos de 50,000 ejemplares desde 1980, por lo que se han dado a la tarea de averiguar las alarmantes causas, en conjunto con la UBC, (por sus siglas en inglés University of British Columbia o, Universidad de Columbia Británica.)
Un caso similar se vive en las costas de San Diego, California, donde por mucho tiempo se investigaron las causas de las muertes masivas de leones marinos en aquella región. Todo apuntó a que las ahora cálidas aguas marinas están cambiando el curso habitual de peces y otros tipos de presas que son parte de la dieta de los otarinos, esto obliga a las madres con cachorros a alejarse largas distancias para conseguir alimento; por lo tanto, las horas de espera para las crías se hacen eternas, lo que las obliga a tener que nadar desde San Diego hasta San Francisco. Si no son atrapadas por los depredadores, arriban a tierra con un aspecto demacrado y en estado de desnutrición.
Más del 85 % de leones marinos de la especie Steller han desaparecido por razones desconocidas.
El Pacific Marine Mammal Center, entre otros centros de rescate animal, ya no se da abasto con la enorme cantidad de llamadas que reciben diariamente reportando a pequeños leones marinos en estado crítico que se asientan a lo largo de la orilla del mar; tan solo en un mes llegaron a tener 1,100 llamadas de ayuda. Lo lamentable del asunto es que no pueden atenderse todas las solicitudes, lo que crea un ambiente de tensión y preocupación entre las personas que se dedican al cuidado y protección de los animales.
Neumonía, parásitos y desnutrición de leones marinos son muestra de la problemática actual. Muchas personas ofrecen ayuda equivocada como devolverlos al mar, cuando realmente esto no es la solución.
Por otro lado, en 2003, la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos creó el Laboratorio de Investigación de Aguas Abiertas en Port Moody, una ciudad canadiense de la provincia de Columbia Británica, y consiste en una instalación flotante con equipo especializado para estudiar a focas y leones marinos de la región. Esto se lleva a cabo con el fin de comprobar la hipótesis arrojada por algunos investigadores de que estos pinnípedos están obteniendo cada vez menos alimento, lo que se refleja en su comportamiento y hábitos nutricionales.
Para efectuar estas investigaciones, algunos leones marinos portan equipos especiales sobre su espalda, ya sea con ajustados medidores o con cámaras acuáticas que registran la profundidad y la distancia recorrida para obtener presas. Los otarinos elegidos son entrenados para que retornen ante los llamados de sus cuidadores y para que accedan a entablar contactos humanos sin ningún tipo de agresión. En estas investigaciones colaboran científicos de Escocia, Australia, Japón, Estados Unidos y por supuesto, Canadá.
Existe una especie que por diversas razones no pudo sobrevivir: el león marino japonés (Zalophus japonicus). Esto no fue tan sorpresivo, pues los datos arrojados sobre su estado de conservación anunciaban el declive de sus poblaciones. Las investigaciones en su área de residencia señalaban que los conflictos con los pescadores y la caza furtiva para la obtención de su piel, grasa y órganos debían de erradicarse de inmediato, sin embargo, las consecuencias fueron lamentables y nada pudo realizarse a tiempo.
Las investigaciones son valiosas. Horas de esfuerzo y paciencia para realizar reportes, estadísticas, planes y acciones, deben considerarse y utilizarse para el beneficio de las poblaciones humanas y el medio ambiente, con la finalidad de prevenir, reparar, educar e informar a las nuevas generaciones sobre los nuevos descubrimientos y desarrollos que mejorarán su calidad de vida y la de otros seres vivos de su entorno.