La relación entre leones marinos y seres humanos data de muchos años atrás, pues antes de que se volvieran famosos por aparecer en los zoológicos y parques acuáticos, se capturaban en grandes masas por razones un tanto innecesarias y muy poco favorecedoras para sus números de población.
Una de esas razones era para resolver las necesidades de los nativos de Alaska. Excavaciones arqueológicas han revelado que los leones marinos de Steller de aquellas épocas eran importantes proveedores de carne y grasa, pero también aprovechaban otras partes anatómicas como los bigotes, que eran utilizados para cuerdas; o los huesos para fabricar herramientas, así como los intestinos para contenedores impermeables y la piel para reforzar kayaks.
En algunas regiones de Alaska se han hallado más huesos de leones marinos que de morsas, las cuales estas últimas se creían que eran los más importantes pinnípedos para la subsistencia de los pobladores. La evidencia arqueológica también demuestra que en los períodos de frío extremo se llevaba a cabo el mayor número de matanzas, mientras que en los meses cálidos esta práctica no era muy cotidiana. Palos y lanzas eran las herramientas con las que aniquilaban a los otarinos.
Los intestinos del león marino de Steller servían para contenedores impermeables y su piel para reforzar kayaks.
Ahora en tiempos modernos, los leones marinos también son piezas importantes dentro del NMMP (Por sus siglas en inglés United States Navy Marine Mammal Program, o Programa de Mamíferos Marinos de la Armada de los Estados Unidos), un programa creado en 1960 donde el objetivo es entrenar a mamíferos marinos, principalmente delfines, leones marinos de California y leones marinos de Steller, para la realización de diversas tareas que implican protección del equipo naval, detección de minas enemigas, recuperación de equipos, entre otras funciones.
Los leones marinos demuestran tener mejor rendimiento y rapidez que el ser humano, aparte, dependen de sus sentidos desarrollados bajo el agua como la audición y la aguda visión que es efectiva aún en condiciones de poca luz y de su habilidad para defenderse de contraataques o esquivar objetos, algo en donde el hombre es menos capaz. La especie de California es fácilmente adiestrable y muy inteligente para resolver misiones.
Muchos se oponen a este tipo de actividad militar, pues surgen cuestionamientos sobre el trato que se les da a los animales y el riesgo que representan los tipos de tareas asignadas. La Armada ha respondido a este tipo de controversias explicando que tienen una atención especial hacia los animales utilizados, ya que los monitorean continuamente y siguen estrictamente los estándares de cuidados hacia ellos. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para que la polémica termine ahí.
Ante esta preocupación relacionada a la integridad de los animales, el gobierno de aquel país ha informado que para el año 2017 esto concluirá definitivamente, pues el desarrollo de nuevas tecnologías suplirá a los mamíferos marinos por piezas robóticas detectoras de minas y otros objetos enemigos.
El gobierno de EUA ha informado que para 2017 la utilización de leones marinos en la milicia concluirá definitivamente.
Por otro lado, los conflictos entre humanos y leones marinos son eventos que se suscitan en algunas partes del mundo, principalmente en aquellas regiones donde los pescadores aseguran que los leones marinos impiden una buena captura de producto marino y solo interrumpen sus labores, pues al desear el mismo tipo de alimento, los trabajadores del mar no encuentran otra solución mas que matarlos.
Tal hecho ha originado la creación de proyectos de educación ambiental para los pescadores de las zonas. Un ejemplo de ello fue desarrollado por el Núcleo de Educación y Monitoreo Ambiental (Nema) donde se imparten pláticas y cuadernos ilustrativos con el fin de que los pescadores y habitantes de las comunidades costeras protejan a este tipo de fauna y al ecosistema marino en general, en vez de generar conflictos que no aportan ninguna solución viable.
La explicación de las organizaciones protectoras ante esta problemática no señala a los leones marinos u otros pinnípedos como los principales responsables, sino al mismo ser humano, al aumento del uso de buques, a la tecnología avanzada y a las redes industriales que arrasan con una enorme cantidad de organismos marinos, esencial para la supervivencia de la fauna nativa y las pequeñas comunidades humanas. No olvidemos tampoco el problema del calentamiento global, que empeora aún más la situación. Todo ello genera escasez y la escasez produce conflictos. He ahí la importancia de realizar planes de preservación y desarrollos sustentables.